El Dr. Andrés Bustillo, cirujano plástico con subespecialización en cirugía facial, describe los motivos para someterse a una rinoplastía secundaria. «Hay veces que estos pacientes, por haber tenido cirugía muy agresiva, se tienen que reemplazar el cartílago para verse normales y para poder respirar otra vez», dice. También hay casos en que la nariz ha quedado torcida, demasiado pequeña o que se dejó demasiado tejido. Pero la revisión no se puede hacer de inmediato.
«Hay que esperar por lo menos un año entre la primera y la segunda cirugía para que baje la inflamación», explica el Dr. Bustillo.
Normalmente, la cirugía se hace con un abordaje abierto mediante una incisión columelar en la base de la nariz, donde se levanta la piel y se va a ia causa. Si al paciente le dejaron una giba protuberante, se rebaja; si tiene depresiones, se rellena; si hay defectos en los componentes de la nariz, por ejemplo la punta muy pinchada, se usa cartílago del tabique, la oreja o la costilla (en casos extremos), y en ocasiones se emplea un injerto de material sintético como el Goretex. También a veces la cirugía se realiza por vía endonasal, o sea, a través de las fosas nasales.
La nariz marca el aspecto de cada rostro, pero hay personas que están descontentas. Muchas de ellas cambian su apariencia mediante la rinoplastía o cirugía estética de la nariz. Pero la nariz puede quedar defectuosa y entonces el paciente se decide por una rinoplastía secundaria.
El objetivo de una rinoplastía secundaria es devolverle a la nariz un aspecto normal. «En mi consultorio primero hablo con el paciente. Veo cómo hicieron la cirugía y miro fotos anteriores a la cirugía», dice el Doctor, cirujano plástico. Después de un examen físico, el Doctor le demuestra en la computadora cómo debe quedar la revisión. «A mí me gustan las narices que se ven naturales», expresa.
Como preparación, es imprescindible buscar recomendaciones, llamar al centro médico para encontrar un cirujano que haya hecho muchas de estas intervenciones y entrevistarse con más de uno para escuchar diversas opiniones. Tanto el Dr. Bustillo como el Doctor insisten en que el cirujano debe estar certificado por una de las juntas, que incluyen la American Board ofFacial Plástic Surgery (Junta Americana de Cirugía Plástica Facial), la American Board of Plástic Surgery (Junta Americana de Cirugía Estética) y la American Board of Otolaryngology (Junta Americana de Otorrinolaringología). El Doctor señala que es importante operarse con un cirujano con experiencia en otorrinolaringología e ir a uno que lleve a cabo un mínimo de cien procedimientos al año. También el paciente tiene que estar saludable, por lo que se recomiendan análisis de sangre, electrocardiograma y rayos-X del pecho, dependiendo de la edad y de posibles enfermedades. En cuanto a los seguros médicos, hay que ver si el procedimiento es por causa estética o funcional. Si es funcional, el seguro podría cubrirlo.
La cirugía tarda alrededor de dos horas y es posible que el paciente se vaya a casa ese mismo día. Debe dormir con dos o tres almohadas, ponerse compresas de agua fría hasta el día siguiente y hacer reposo en casa los dos primeros días. El yeso y las vendas se quitan después de una semana. Se suspenden los ejercicios por tres semanas y se vuelve a la vida normal en un mes. Los riesgos incluyen infección, hemorragia o que el paciente no cumpla con su plan postoperatorio.
En cuanto a las ventajas de operarse en Baptist Health, dice el Dr. Bustillo: «Estás en un centro hospitalario de muy alta calidad. Los enfermeros tienen mucha experiencia en cuidar a estos pacientes. Hay un nivel muy alto de excelencia médica en las instalaciones Medical Arts del Baptist Hospital y el South Miami Hospital». A lo que agrega el Doctor: «Tienen un equipo de anestesiólogos increíbles y hay más tecnología en los quirófanos que para llegar a la luna».
La paciente del Doctor, Selinés Silverio, es un buen ejemplo de alguien que vino descontenta con el resultado de su rinoplastía inicial y después de muchos años acudió al Doctor para reparar su apariencia.
«Siete años atrás, cuando me hicieron la cirugía de la nariz, quedó torcida y la quería refinar. El Doctor fue muy profesional y realista. Ahora mi nariz va muy naturalmente con mi rostro», explica.
Hay personas que después de la rinoplastía inicial terminan impactando su salud. Al hablar con una paciente del Dr. Bustillo, quien expresó una gran satisfacción con los resultados de su procedimiento, una rinoplastía secundaria para corregir algunos problemas de respiración que ocurrieron tras su primera operación, ella nos dijo: «Por fin respiro cómodamente. Es increíble pensar que buscando una solución estética no solo quedé descontenta con la apariencia de la nariz sino que al mismo tiempo me causó problemas con una necesidad básica como es la respiración. Yo le recomendaría al Dr. Bustillo a mis seres queridos. Es sumamente inteligente y compasivo, tomó su tiempo para explicarme todo y fue muy amable».